
El relato que se incluye en esta  sección, es un recuento de la lucha pacífica, a través mecanismos  jurídicos, en contra de la sistemática violación a los derechos humanos  de los discapacitados en el Ecuador, por parte de directivos del CONSEJO  NACIONAL DE DISCAPACIDADES (CONADIS), entidad que irónicamente ha sido  creada para proteger a este grupo de atención prioritaria. En esta  narrativa se destacan, por un lado, las frustraciones que a los  discapacitados han ocasionado varios funcionarios gubernamentales; y,  también los éxitos jurídicos logrados para evitar ciertos atropellos en  contra de esas personas vulnerables.  Sin embargo, ni aún los éxitos  jurídicos obtenidos a lo largo de 15 años, han servido para que los  discapacitados en el Ecuador, puedan hacer efectivo, sin triquiñuelas  administrativas, el derecho que la Constitución y la ley les otorga de  poder adquirir un vehículo ortopédico sin gravámenes de importación.
En esta entrega, se relata el  viacrucis que un discapacitado, miembro del Consorcio de Derecho  Socioambiental, el biólogo Alfredo Luna Narváez, junto a otras personas  afectadas también por alguna discapacidad, han sufrido, por tres largos  lustros, para ver cristalizado su derecho a obtener la autorización de  importación de un auto ortopédico, sin gravámenes.
Este caso muestra cómo en ciertas  instituciones públicas se afincan intereses perversos, generados por  funcionarios inescrupulosos que aprenden a lucrar aún con el dolor de  uno de los grupos más vulnerables: los discapacitados.
 
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